A ella le encanta ir a la montaña a pasear, a mi hay que convencerme.
Disfruta como una niña paseando por el centro de la ciudad, yo prefiero el parque que hay debajo de mi casa.
Descubrí gracias a ella que existe gente que pasea en centros comerciales, me ha tocado acompañarla en alguna ocasión.
Incluso ir a un paseo a pasear puede ser un gran plan para ella, personalmente no me quita el sueño.
Pero hay algo en lo que coincidimos, pasear en la playa es una de nuestras mayores aficiones.
A ella le encanta hacerlo en la orilla y a mi sobre mi tabla.
